martes, 13 de septiembre de 2016

Roer

Por qué por tanto, debo aguantarme, este hedor que iracundo dispersa entre mi rostro rojo de fuego incandescente, su enojo contra todo lo que se atreve a hacerme frente. Generación burlada, hay un corto circuito dentro de nosotros, hay ira y despojo... ¡Ya no quiero paz y quiero caminar con botas ensangrentadas pisando lodo fresco, y patear el rostro de mis enemigos! Porque no hay nada que encienda mi corazón, como el hecho de ser humillado sin razón. Siempre estoy abogando al entendimiento pero, jódanse... me reprimo, soy defectuoso, falto de virtud y me gusta, me gusta ser quién soy. No es rebeldía; no es fácil, no es fácil. 

Bajo mi cabeza, la abrazo entre mis piernas... ¡¿qué carajo tengo que, produce esta onda de disonancia?! Creo ser paciente pero gano huesos putrefactos en la hora de la comida y gano risas, y heridas, y en respuesta mi boca se llena de astucia mundana, y comienza a exclamar la ruina del humano engendrado en los focos de la noche, tal como si polilla, se apegara al único rastro de luz y que inevitablemente continúa a su rutina diaria... A las llamas de su decadencia. 

El tiempo transcurre en llanto e indignación, comparten este amargo plato de susurros, recíprocamente desatan sus fluidos y me los exponen en 15 minutos, donde viajo por la amagada noche sin luz ni destello, entre sollozo y roer de dientes, entre apretón de manos y entre las llagas de los ojos... ¡Ha llegado a mí de nuevo, esta hórrida experiencia simultánea, en que mi vida se arruinaba antes los expectantes ojos de mis enemigos, yacía mi cuerpo en llamas profundas, que hollaban mi esperanza y soltaban los yugos de mi cautiverio! Ya no existe para mí tal esperanza. ha vuelto por mí, me ha encontrado de nuevo.

Rosa Renegrida

Parte de esta condición mortal, era el sucumbir ante ciertos impulsos, pero, estaba cansado de suponer que todo era culpa mía, que era responsable de todo (a pesar de que lo era) Deseaba sin duda, dejarme emanar de ciertas oscuridades con las que vestía, y lucía como trofeo de cicatrices pero, me cansé, de recordar esos momentos sin sabor, de tardes grises mirando el reloj... Algo se había detenido pero, quiero decirles adiós como una determinación, a mi consagración... Que mi sangre se disperse y junto con ello disipe esta oscuridad reclusa de su propia jaula, ¡estoy cansado de ella! 

Las nieblas abruman y confunden, a este pobre ciervo mal encaminado, pero éste desea y adora el vestigio de su camino. Hubo fe en el mundo pero, desapareció. Mis ojos por tanto, se han llenado de un brillo matinal abrigado por el calor etéreo de una paz espiritual. Anduve buscándole a la armonía y a la paciencia, pero no tuve encuentro y aunque caigo, pareciera que los aserraderos se han marchado al fin, y el trémulo de los tonos negativos hubo cesado en escala rgb. 

He estirado la mano a mi silueta nocturna, para que andemos abrazados al huelo del pulcro príncipe, y nos agarre de las manos en confianza divina, que abrace mis oscuridades y las sane, que me de su luz de esperanza. Ay de mi alma herida, por el vástago y el recorrido forzado de mis manos sucias, hacia los inferiores de mi engendro maltrecho. Agradezco sin embargo, la sabiduría en las gotas negras de mis ojos, que proferían a las nubes, sus llantos ahogados, refiriéndose al corazón contrariado que fulminaba en ácido, sus espinas de dolor, y afloraban en él las rosas que, como un fruto, diseminaban en tono de auxilio, hacia los campos encendidos de luz matinal... 

jueves, 25 de agosto de 2016

Wave Of Clouds



Ah, sí, estaba pensando acerca de aquellos días permanentemente nublados, permanentemente coloreados. Alguna especie de ''nostalgia'' ha movido sentimientos que creí muertos. Sin embargo poder verlos desde lejos, como un director observando su película me causa algo de gracia, sí, y también algo de cosquilleo. 

Es tan relevante poder recordarme, poder recordar mis ideales, aquellos pensamientos exacerbados, que pasaban a través de vientos imaginarios, a través de los rojizos cielos escondiéndose a eso de las 18:30 p.m. Es importante para mí ver aquellos zapatos olvidados, esos ojos empolvados, los maravillosos pavimentados de calles en los que solía perder mi cuerpo a la imaginación de las horas. Ah sí, cuando me emocionaba escalando techos y despedirme una y otra vez del sol. Apoyar mis brazos en mi cabeza, mi torso a las tejas sin temer romperlas porque, era liviano a las pompas de agua. Recuerdo flotar entre las solapas de las nubes y permitir el estruendo en mi cara de la luz naranja. Y recuerdo la magia de los gatos y sus dulces patas entre los techos.

sábado, 13 de agosto de 2016

Convenio de Paz



* https://www.youtube.com/watch?v=hfJm4vWhqvU *

Ha estado el día llamándome, desde la madrugada para cultivar  la luz que sin darme cuenta, estuve ahogando. A despertar, a despertar, crearé un nuevo amanecer en el que esta vez, el poderoso creador de las huestes celestiales, me acompañará y caeré otra vez en aquel primer amor, ese impulso etéreo palpitará; la santidad de mi corazón volverá a reclamar su parte y cuánto dolor, cuánto dolor no abrogó el cielo a mi favor. 

Ansío abrazar de nuevo, la pureza de su corazón, Quiero conocer de nuevo la paz de su humildad... Tome mis manos eterno padre y confíeme de nuevo, sus promesas divinas. Y entonces contemplaremos inocentemente los cielos divididos, contemplaré humilde el regalo de su corazón.

Y las aguas cantarán y rugirán, enseñándome el material beatífico del hogar que elevado está, sí, en las cumbres célicas orilladas.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Núcleos Conscientes

Porque es la hora, la hora oscura se acerca, y entre medio de toda esta confusión torrencial, que me aqueja y enferma, me golpea y me aturde, perturba.

Vi cómo se reían, enfrentando a un público sombrío de rojos ojos, con trastornos violentos, destructivos. Trataba de mantener la calma pero ellos se abalanzaron contra mí y me dejaron en total debilidad. De pronto, un dulce golpeteo los alejó a todos, todo el ambiente regocijaba armonía limpia, podía respirar tranquilo. Lo viví, una y otra vez, he querido saber cual es la causa de aquel golpeteo.

Viajé tanto para encontrarlo, en lugares feos aquel golpeteo parecía auxiliarme una y otra vez. En lugares hermosos él disfrutaba. En lugares lujosos él se negaba. Aquel parecía dejarme en total abandono cuando me atrevía a necesitar  se agitaba, se apagaba.

Busqué tanto, me pregunté una vez pero no. Llegué al éxito y el viento de la codicia me atrapó. Quise pero no, necesité pero no, deseé pero no. No aparecía. Entonces... caí pero, escribí y sí, amé y sí, tuve y sí, canté y sí, caminé y sí, temí y sí, él apareció en todas aquellas ocasiones y entonces descubrí que aquel golpeteo dulce, no era nada más que mi corazón.

sábado, 11 de enero de 2014

Días «Aquellos»




º1Tal como agua, los días se han marchado con tanta prisa, fluidez y desinterés. Los días que creía nuevo no son más de la misma basura que tanto esperé. Realmente no estoy seguro de qué estoy haciendo, he intentado de todas maneras encontrar un motor para moverme, he visto las cosas como me han dicho que las vea, he hecho las cosas como me han dicho que las haga pero no puedo encontrar la manera, tengo miedo de seguir el ritmo actual.º1

Y los días se hacen noche, los segundos se hacen horas, los momentos efímeros y te quedas. Estás desesperado buscando respuesta, porque dentro tuyo existe un enjambre de preguntas estúpidas que quieren matarte lentamente, en realidad, te estás matando lentamente y ese eres tú... 

La vida el amor, la calle, las ventanas, las sensaciones, quédate así, libre, deja observar el camino una vez más porque los días se hacen noche, los segundos horas, los momentos efímeros y los sentimientos atraviesan cada muro, corrompe toda calma. Estás enfermo. Permítete decir ''Sí'' a toda la mierda que te ve todos los días, permítete encontrar el punto de fuga a toda la asquerosidad viviente en ti. Pero nuevamente los días pasan, las noches se hacen día, las horas segundos, lo efímero se hace un momento y los sentimientos se vuelven débiles creando desorden y angustia. 

Buscas afuera, en la arena o en las luces de la ciudad, los carros pasan como los días, con tanta prisa, fluidez y desinterés. Bajaste a través del muro, tropezaste con arbustos y piedras, te heriste hasta que deseaste no seguir caminando pero viste un mensaje de alivio 

¡LLORA, LLORA, LLORA DE UNA PUTA VEZ!

sábado, 14 de diciembre de 2013

Verdadero

Me muevo con el humo del incienso. Los sentimientos se mueven ágiles a través de la cálida tarde. El sol acoge mis pesares y los devuelve al viento, haciéndolos fluir. Mastico cuidadosamente las lentejas calientes, y el vapor sale por mi boca. Las pistas de música varían, trayéndome sensaciones también variadas. 

Me he imaginado en algún desierto repleto de soledad y silencio, o bueno, sólo con el sonido de la madre artística, la madre tierra. Puedo sentir que por alguna razón extraña he querido llorar. Tomo un sorbo de agua y continúo con el viaje. El viento me sopla enojado pero, yo le respondo con los brazos abiertos, dejándolo entrar en mis axilas, mi cara, mi entrepierna, absolutamente todo mi cuerpo agradece la visita del viento. La tierra se levanta contra mi presencia, y me mira a los ojos, me he asustado un poco, su cara es desafiante. De inmediato su mano toca mi pera y la levanta hacia los cielos, me apunta hacia los cielos y confundido trato de mirar, desconfiado trato de descifrar el mensaje. 

La tierra calma, se deposita en sus orígenes, se deja llevar con la ayuda de su hermano viento. Nuevamente siento que debo llorar pero, no puedo. He descubierto que he muerto en los desiertos y mi cuerpo putrefacto se ha fundido por tierra, aire y cielo.